En conmemoración del combate de San Lorenzo, el sábado 3 de febrero durante todo el día habrá actos conmemorativos en la plazoleta Baigorria y en el Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia. A la noche, artistas locales y bandas marciales compartirán una gala en el Cine Teatro San Luis.
En San Luis, el 211º aniversario de la batalla de San Lorenzo será convocante, ya que a nivel institucional se pretende afianzar proyectos entre representantes culturales y turísticos de Cuyo mediante las rutas sanmartinianas. Abrirá a las 9:00 con un acto en la plazoleta Baigorria, a cargo de la Asociación Sanmartiniana. Luego, habrá un encuentro en el Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia a las 18:00. Después, el Cine Teatro San Luis será eco del sentimiento patriótico para fusionar bandas marciales, voces locales y nobles augurios. Está previsto que el espectáculo comience a las 20:00, en Justo Daract esquina Berrondo. La entrada es libre y gratuita.
San Luis alcanzó la gloria en la campaña de la independencia continental, ya que fue una de las provincias que más hombres aportó al Regimiento de Granaderos a Caballo. Además, los valientes puntanos eran elogiados y requeridos por San Martín debido a sus habilidades físicas y sus destrezas como jinetes.
A 17 kilómetros de la capital sanluiseña, el Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia, inaugurado el 17 de agosto de 1991, se erige con la inscripción: “Los bravos puntanos con su sangre” y se constituye también como un símbolo para renovar el compromiso con ideales que unan a la patria.
Enclavado en un entorno natural único, este grupo escultórico contiene elementos fundantes de la historia provincial con la presencia de las comunidades originarias, el Cabildo, el catolicismo y el pueblo en una ofrenda total, rodeada por los versos tallados en mármol del poeta Antonio Esteban Agüero con ‘Digo el llamado’.
Además, en la parte inferior del recinto, el Templete de las Reliquias contiene las urnas de los tres granaderos de Renca, caídos en el combate de San Lorenzo: Gregorio Franco, Basilio Bustos y Januario Luna, el Estandarte de los Dragones de Chile y documentos históricos.
El 29 de mayo de 1991, el historiador y presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Luis, Hugo Fourcade, durante la ceremonia de recepción de los restos de los héroes recordó ante la comunidad frente a la Iglesia Catedral: “Un día, el 21 de agosto de 1812, salieron de La Punta con otros 113 hombres reclutados en la jurisdicción, mozos ‘de la mayor altura posible, fuerza y de a caballo’ bajo las órdenes del Capitán Don Tomás Baras para incorporarse al glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo que en El Retiro organizaba el coronel Don José de San Martín”.
“¿Quiénes son, de dónde vienen, cuál es su origen, cuántos sus méritos? Son, como los recordó con emoción Urbano J. Núñez: ‘Los campeadores y los labradores, los arrieros y los peones de esta tierra esperanza y soledad en un alerta de gloria. Vienen de las hondas quebradas donde el tigre rasga la noche con su áspero bramido y el refucilo de sus ojos sanguinarios. Bajan de los pagos de la calandria y de los molles aromados, donde el agua rumorosa, niña de cristal y melodía, despierta por larcas antiguas las profundas voces del terruño. Están ahí tallados a filo de viento y punta de estrellas altas, luminosos de fe, mansos de coraje, humildes en la gloria que les sube por la sangre para tornarlos símbolos de argentinidad’”, evocó Fourcade.
Los granaderos renqueños cayeron durante el combate de San Lorenzo en aquel lejano 3 de febrero de 1813. “Allí, cerca de las riberas del Paraná se les cerraron los ojos, esos mismos ojos que habían visto discurrir lentas las aguas del Conlara, junto al terrón natal en el Valle de la Vera Cruz. No estaban solos. En la acción dejaron de existir correntinos, porteños, riojanos, cordobeses, orientales y santiagueños, como si en aquel estrecho campo de batalla se hubieran dado cita sus más valientes hijos para hacer acto de presencia en la vida y en la muerte”, refirió el historiador.
San Lorenzo se considera el bautismo de fuego porque fue el primer enfrentamiento de San Martín en el actual territorio nacional, es decir en las proximidades del convento franciscano de San Carlos, provincia de Santa Fe.
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