La carrera de regularidad que se disputó desde el 24 al 28 de octubre en la provincia dejó grandes momentos, anécdotas, fotos y la visita de cientos de pilotos, copilotos, mecánicos, periodistas y fanáticos, lo que significó $22.325.000 de ingresos por turismo para San Luis, entre las actividades hoteleras, gastronómicas y de combustibles.
El Gran Premio Histórico volvió tras la pandemia a tener su largada en el corazón de las sierras puntanas. Los competidores recorrieron distintos puntos de la provincia como la ciudad de San Luis, Potrero de Los Funes, San Francisco, El Durazno, El Trapiche, La Carolina, Potrerillo, La Toma, Saladillo y El Volcán.
La prueba más difícil fueron los caminos de tierra y adoquinado del primer tramo en la tercera etapa, entre El Durazno y El Trapiche. El viernes se corrió la cuarta y última etapa, uniendo Potrero de lo Funes con la localidad de Pergamino, provincia de Buenos Aires, pasando por La Toma, Achiras, Sampacho, Río Cuarto, Canals y Venado Tuero, alcanzando un total de 620 kilómetros.
Los organizadores de la competencia se mostraron muy felices por los lugares de singular belleza que enmarcaron la competencia, que reactivó la economía de los pueblos por los que pasó, mostrando los destinos puntanos al país y el mundo.
Carrera de regularidad
El secreto de esta carrera de regularidad está en la importancia de la navegación en la hoja. La participación del navegante es tan importante como la del piloto; ganan los que logran la mejor regularidad durante las distintas etapas de la competencia.
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