El organismo estatal logró calcular el terreno afectado la semana pasada por el fuego y también la intensidad con la que la flora y el bosque nativo, cercano a la ciudad capital, sur de La Punta y Potrero de los Funes, se vieron perjudicados.
El último incendio forestal provocó serios daños en la flora y fauna de las Sierras Centrales. Además de tener el vilo a la comunidad en la ciudad capital, La Punta y Potrero de los Funes, cientos de bomberos, brigadistas y policías tuvieron que batallar durante largas horas para sofocar los siniestros. Ahora, la Secretaría de Medio Ambiente concluyó el cálculo que estableció la cantidad de hectáreas que el fuego arrasó: en total se quemaron 1.400 hectáreas que pertenecen a un área de 1.700 que asolaron las llamas y entre las que hubo sectores denominados “islas” de 300 hectáreas que se salvaron de la quemazón.
La información fue confirmada este jueves por el jefe del Programa Medio ambiente y Desarrollo Sostenible, Darío Szklarek. “Pudimos obtener algunas imágenes de alta calidad que nos estaban faltando. ya que sin humo y sin nubes logramos visualizar el área. Eso nos permitió dimensionar todo el daño que causó el incendio”, destacó el funcionario.
“En principio el polígono de afectación es de, aproximadamente, 1.700 hectáreas. Dentro de ese sector nos quedaron algunos parches, sin quemar, dentro del mismo polígono. Lo que nos da una superficie efectivamente afectada de 1.400 hectáreas. Eso es lo que realmente se quemó”, explicó Szklarek.
Pero la labor del organismo estatal provincial no solo consistió en calcular el área perjudicada por las llamas. También, gracias a imágenes satelitales, analizaron la intensidad del fuego lo que les permite calcular cuánto tardarán las zonas quemadas en recuperarse.
“Hicimos, a través de las imágenes, otro trabajo que se llama Indice NBR que sirve para conocer la intensidad del incendio. Dentro de esa tarea lo que nos mostraron las imágenes satélites es un poco de lo que vimos nosotros, en el terreno, al momento del incendio. Tiene que ver con las superficies más afectadas y de mayor calcinación o donde el fuego pegó con mayor intensidad. Eso ocurrió en la zona de los bosques pedemontanos. La zona de pastizales fue la menos afectada, donde pegó con menos fuerza el fuego. Pero en los sectores donde había arbustos y árboles más grandes, el daño fue más contundente”, advirtió.
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