La Municipalidad de Juana Koslay aseguró que el próximo lunes el nuevo acceso para ascender al Cerro de la Cruz ya estará finalizado, tras más de dos semanas de trabajos. Señalaron que el sector de ingreso estará ubicado pasando la Aguada de Pueyrredón, en una calle sin nombre que es la continuación de Sauces del Chorrillo. Luego del cierre del pasaje Palabra Final (el camino anterior para acceder al cerro, clausurado por la queja de los vecinos), los funcionarios de la Comuna eligieron el nuevo camino por sugerencia del presidente del Club de Montaña Inti Anti, Gabriel Guillar, quien fue convocado para que las personas que practiquen trekking y montañismo pueden volver a subir al pico, de más de 1.200 metros de altura.
El secretario de Gobierno, Carlos D’Alessandro, precisó que “abrimos un camino desde la Aguada de Pueyrredón, que tiene un recorrido de 150 metros por 6 de ancho, para ingresar al predio y así acceder al cerro. Podrán entrar fácilmente los autos como así también una ambulancia si hiciera falta”.
Los terrenos por donde se podrá subir pertenecen a los hermanos Guillermo y Daniel Ojeda, quienes les dieron permiso a la Municipalidad para desmalezar y desmontar el camino y el predio. “El Municipio hizo una inversión de 140 mil pesos para que una empresa realizara los trabajos en esos lugares”, precisó el funcionario.
Ahora una cuadrilla de la Comuna realiza el nuevo acceso, que empalmará con el antiguo sendero que lleva hasta la cima del cerro. “Están abriendo con machete los espinillos autóctonos, y con las motoguadaña están dejando mejor el rastrillaje del camino. Creemos que el próximo lunes, a más tardar, tendremos listo el sendero y luego lo inauguraremos”, detalló.
“Uno comprende la ansiedad de los montañistas por el nuevo acceso para subir, pero también hay que entender que son terrenos privados y que nosotros como Municipio debemos tener mucha cautela. Tenemos que hacer lo mejor posible esta iniciativa”, destacó.
De acuerdo al funcionario, en el acceso tienen previsto instalar carteles para ayudar también a los deportistas que decidan escalar de noche. “Colocaremos dos paradas con bebederos, dos para descanso y otra alimentada con energía solar en el que se podrá cargar agua caliente para el mate y los teléfonos celulares mediante un cable USB”.
Guillar, quién conquistó en setiembre del año pasado la cumbre Manaslú del Himalaya, un pico de 8.163 metros, destacó que con el nuevo ingreso al cerro, la Municipalidad de Juana Koslay trabaja en un proyecto que es “serio y definitivo”.
“En Inti Anti nos estamos manejando respetuosamente y colaboramos con el Municipio. Hay gente que está subiendo por cualquier lado y están escribiendo cualquier información en las redes sociales como Facebook. Confunden y no están respetando el trabajo. Dieron a conocer un nuevo recorrido para subir, pero que se hace de manera insegura y por lugares que no están autorizados. También hay personas que subieron de noche, a escondidas, como si fuera algo clandestino. Me parece que la gente debería ser respetuosa y tener paciencia, porque se está buscando una solución definitiva”, resaltó.
El deportista aseguró que cuando el nuevo acceso esté listo, el Club Inti Anti difundirá cómo es el camino y organizará un trekking gratuito y solidario para que todos lo conozcan.
“El sendero de un metro y medio, es para que pase una persona, no es que van a desmalezar toda la sierra. Hay ambientalistas que dicen que van a destruir la sierra y nada que ver. Se hará un recorrido para que alguien pueda caminar sin rasparse. A medida que los vayamos a usando, se irá mejorando”, aclaró.
A fines de agosto, el Municipio decidió cerrar el pasaje Palabra Final, por donde antes se accedía al cerro. Los vecinos se quejaban de la congestión de personas y vehículos y señalaban que había ruidos molestos “a cualquier hora del día y noche”.
Este acceso comenzó a utilizarse a fines de 2014, pero a partir del 2016 los inconvenientes comenzaron a crecer en el sector, y no solo por los deportistas que ascendían la sierra, también había reclamos de los vecinos debido a que llegaban autos por la noche, ponían música a todo volumen y las personas no podían dormir. “Es gente que no ascendía el cerro como deporte, sino que lo hacía como diversión. Subían cincuenta metros, se quedaban allí y bebían alcohol y abajo se quedaban coches con la música encendida”, recordó D’Alessandro.
Fuente: EDDLR
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