A pocas semanas de que el Gobierno provincial iniciara la transformación del histórico embalse, ya se observan cambios notorios en la recuperación del parque con las antiguas gradas de los olvidados festivales de folclore.
“Estamos muy contentos con el gobernador porque ya firmó tres decretos vinculados a este proyecto, decisiones con las que ya podemos ver que se está trabajando en el Camino Real, que unirá los peajes de Los Puquios con el de Cruz de Piedra; se trabaja también con la draga y en armado de los dos primeros, de los 8, viveros que tendrá el complejo”, describió Jorge Mitchell, responsable del proyecto que transformará el valioso entorno del dique Cruz de Piedra.
El proyecto fue incluido por el gobernador Alberto Rodríguez Saá en su recientemente anunciado Mega Plan “Sueños Puntanos”, que contempla un presupuesto de $5 mil millones para ejecutar numerosas obras y políticas de Estado.
Mientras se avanza a buen ritmo en esos tres frentes, este lunes comenzarán a trabajar en la cola del dique con un grupo de 40 personas para retirar una enorme cantidad de basura acumulada en la zona. Con la misma gente del plan también se mantiene un esquema de vigilancia del todo el predio durante las 24 horas.
“Todos los días nos sorprendemos por la voluntad de las más de 180 personas del Plan Solidario que trabajan en el predio, ya que además de sus labores diarias, han construido una huerta que será permanente”, agregó Mitchell.
Las tareas de recuperación en el sector pegado al peaje Cruz de Piedra incluyen la restauración de un lugar con historia: “En este lugar donde estamos parados empiezan a aparecer las gradas, que pondremos en condiciones, donde nos sentábamos los puntanos a ver el festival de folclore, cuyo escenario se levantaba donde actualmente está la cruz blanca de cemento, sobre la costa norte, a la que también pondremos en valor”.
Mientras la enorme máquina acciona la draga para extraer barro del fondo del dique y depositarlo en las orillas, se avanza a gran ritmo en la consolidación del camino de tierra que permitirá el acceso a máquinas y camiones que retirarán ese barro, que tendrá tres destinos útiles: servirá como materia primar para la producción de plantas en los ocho viveros, para fabricar ladrillos que se usarán en el complejo y para levantar las costas más bajas y con ello subir la cota del pintoresco espejo.
Fuente: ANSL
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